DORANTES, pianista.

Sentencia la frase del catedrático en flamencología e historiador D. Jose Luis Navarro “Dorantes está haciendo con el piano, a pasos de gigante, lo que Paco de Lucia hace con la guitarra “

Hace unos 20 años que irrumpió en escena un pianista insólito procedente de una familia de gran tradición flamenca, DORANTES (Lebrija, 1969). Conserva la franqueza de quien se enorgullece de sus orígenes, hijo del guitarrista Pedro Peña, sobrino de El Lebrijano. Hoy en día, tras sus 20 primeros años de escena, es una de las figuras más internacionales, más reconocidas y más premiadas en la música flamenca. Entre ellos, la recién concedida Medalla de Oro de Sevilla.

Incansable trabajador y estudioso, ha realizado reconocidos trabajos para Orquesta y ha recorrido los mayores festivales de música de todo oriente y occidente, con más de 1000 conciertos a sus espaldas.

Gonzalo de la Figuera lo describe así, “ Dorantes toma el flamenco como punto de partida y eje principal, pero deja que su discurso sonoro se vea atravesado y enriquecido por ráfagas de jazz o sabrosos influjos de cubanía con resultados asombrosos. Su piano derrocha hondura flamenca, aunando virtuosismo y emoción, reuniendo al mismo tiempo ecos e influjos que remiten a Chick Corea y Chucho Valdés, a Randy Weston o Eddie Palmieri, por citar algunos nombres. Lo mismo se marca un blues de una belleza que tira para atrás, como se embarca en caribeñas aguas de guajira de ida y vuelta, haciendo gala siempre de un elevado sentido melódico. De pasmo total, vaya, lo que hace un Dorantes que ha alcanzado una madurez creativa difícil de reflejar por escrito.”

Dorantes elabora una música cargada de inteligencia, de una verdad flamenca con evocaciones jazzísticas, bastante singular  Su más reciente trabajo, La Roda del Viento, de nueva creación, conmemora el V Centenario de la Primera Vuelta al Mundo y forma parte de la programación oficial de esa efemérides. Es una obra magna escrita en clave flamenca para piano, orquesta de cámara y coral flamenca y, sin duda, una sobresaliente e innovadora aportación a la vida musical española como la extensa crítica especializada lo ha definido.

 ”David viene de estirpe, toca además, de maravilla la guitarra, domina cada uno de los resortes del mundo musical de su tiempo.  Y  como pianista, estamos sin duda ante una de las figuras más importantes del flamenco en la transición del XX al XXI.” le dedicaba el musicólogo Pablo San Nicasio.

Sin muros musicales, ni sociales, ni fronterizos, Dorantes, combina y funde, amable e inteligentemente, algo más de tres mundos: la música clásica, el flamenco, el jazz, más unos cuantos afines.